El exuberante vestido de novia de Melania en su boda con Donald Trump hace exactamente 20 años: un diseño de John Galliano para Dior que pesaba 30 kilos

La exmodelo de origen esloveno lució en su enlace con el magnate Donald Trump un diseño de John Galliano para Dior que, según se dice, costó unos 100.000 dólares. En sus manos, en lugar de un ramo, llevaba un rosario familiar decorado con flores.

Donald Trump baila con su esposa Melania Trump, el 20 de enero de 2025.

El día de su boda alguien sugirió a Melania Trump que comiera mucho antes de la ceremonia. ¿El motivo? Necesitaba mucha fuerza para soportar el peso del suntuoso vestido que John Galliano, director creativo de Dior en aquella época, había diseñado para ella. Al parecer, el vaporoso vestido pesaba unos 30 kilos y era tan voluminoso que impedía a la novia cenar cómodamente sentada en una silla. En su lugar, tuvo que utilizar un banco mucho más vulgar para degustar los platos preparados por el chef francés Jean-Georges Vongerichten.

La boda entre la exmodelo de origen esloveno y Donald Trump se celebró en Palm Beach el 22 de enero de 2005, hace exactamente 20 años. Sin embargo, unos días antes, Vogue desveló muchos detalles del evento en su reportaje titulado Cómo casarse con un multimillonario, acompañado de una serie de instantáneas de Mario Testino.

El artículo de 14 páginas ofrecía al lector un punto de vista privilegiado, puesto que la periodista Sally Singer y el legendario editor de la revista, André Leon Talley, acompañaron a la futura novia a París para elegir el vestido perfecto en los desfiles de alta costura.

Melania y Donald Trump en la MET Gala del año 2004.

Melania y Donald Trump en la MET Gala del año 2004.

 M. Von Holden
Donald Trump pidió matrimonio a Melania Knauss (su nombre de soltera) en la MET Gala de 2004 con un anillo valorado en dos millones de dólares. Y, por supuesto, el vestido tenía que ir a juego con el diamante con el que el magnate le había propuesto matrimonio.

El anillo de compromiso de Melania Trump.

El anillo de compromiso de Melania Trump.

J. Kempin
En julio de ese año, Melania voló a París, donde pasó de un desfile de moda a otro. Fue vista en Chanel, Dior y Valentino, concertó citas en los distintos salones y habló directamente con los diseñadores, incluido Karl Lagerfeld.

Lo que más le sorprendió fue la colección de John Galliano para Dior inspirada en Elisabeth, la emperatriz austriaca más conocida como Sissi, especialmente el vestido de novia. En ese momento comenzó la planificación para que el vestido fuera lo más cómodo posible. Se necesitaron 1.000 horas de trabajo (500 solo para el bordado) de todas las costureras de la maison para coser a mano más de 1.550 cristales y perlas. Se utilizaron más de 90 metros de satén duchesse para una creación compuesta por una cola de cuatro metros a la que se añadió un velo de cinco metros.

La modelo Alyssa Sutherland desfila con su vestido de novia en la Dior Haute Couture otoñoinvierno 20042005 el 6 de...

La modelo Alyssa Sutherland desfila con su vestido de novia en la Dior Haute Couture otoño-invierno 2004/2005 el 6 de julio de 2004.

 Victor VIRGILE/Getty Images
A Melania le preocupaba, con razón, no poder caminar bien. Y Galliano le respondió: “Querías un vestido de princesa”, una frase que debe de ser el equivalente en moda del viejo refrán “El que algo quiere, algo le cuesta”. Pero en la segunda parte de la recepción en Mar-a-Lago lució un vestido mucho más manejable diseñado por Vera Wang.

El traslado de París a Nueva York del traje de Dior no fue nada sencillo. André Leon Talley dirigía todas las operaciones. Se lee en las crónicas locales de la época que alguien recomendó transportar el precioso cargamento en un coche fúnebre o en un camión de plataforma. Al final, el paquete fue entregado de forma más o menos ortodoxa directamente en la iglesia episcopal Bethesda-by-the-Sea de Palm Beach.

Hoy en día se desconoce el precio total de esta obra maestra de la costura, pero se cree que ronda los 100.000 dólares, una cifra que lo convertiría en uno de los vestidos de novia más caros de la historia reciente. Al parecer, fue Donald Trump quien pagó la factura. Todos los deseos de Melania eran una orden para él: ella era una novia primeriza, él ya había puesto tierra de por medio a dos matrimonios.

El vestido, por supuesto, era el “algo nuevo”. El joyero Fred Leighton se encargó de aportar el ”algo prestado” con un collar de diamantes, mientras que la lencería de La Perla fue el “algo azul”. Sin embargo, la elección del “algo viejo” fue muy particular. En lugar de un ramo, Melania Trump llevaba en sus manos un rosario familiar entrelazado con algunas flores. No quería seguir la tradición, quizá no se sentía con ganas de someterse al ritual de lanzar el ramo.

El rosario entre las manos de Melania Trump en lugar del ramo.

El rosario entre las manos de Melania Trump en lugar del ramo.

 Marc Serota/Getty Images
Al fin y al cabo, ¿qué podían importarle las normas adoptadas por la mayoría de las novias a ella, que había desvelado de antemano su vestido nupcial? En resumen, no es supersticiosa y continúa casada con el mismo hombre desde hace 20 años, un hombre que acaba de ser proclamado (por segunda vez) presidente de los Estados Unidos de América. El universo, al parecer, le ha dado la razón. O no, según el punto de vista y la orientación política de cada cual.

 

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