Sean Diddy y Jennifer López vieron en la película sobre Selena Quintanilla una oportunidad crucial para elevar sus carreras y rendir homenaje a la icónica cantante tejana.
Diddy, conocido por su poder en la industria musical y cinematográfica, utilizó su influencia para abrirle el camino a Jennifer, quien deseaba profundamente obtener el papel.
VIDEO AL FINAL DEL CONTENIDO DEL PLAN DE JENNIFER Y DIDDY PARA QUEDARSE CON EL PAPEL
Sabía que interpretar a Selena no solo sería un reto actoral, sino también una oportunidad para conectarse con la comunidad latina y cimentar su posición como una de las figuras más relevantes del entretenimiento.
El plan de ambos no fue sencillo, ya que la competencia era intensa. Muchas actrices de gran renombre también aspiraban a interpretar a Selena.
Y la presión por honrar la memoria de la cantante era inmensa. Jennifer decidió dedicarse completamente al papel, investigando la vida de Selena a fondo para capturar su esencia.
Paralelamente, Diddy hacía todo lo posible para garantizar que los productores vieran en Jennifer no solo una actriz más, sino a la persona ideal para dar vida a la legendaria artista.
La preparación de Jennifer fue exhaustiva. Pasaba horas estudiando las actuaciones de Selena, su estilo y su personalidad.
Mientras Diddy se aseguraba de que la prensa y los medios de la industria estuvieran al tanto de su dedicación y esfuerzo.