Katy Perry se encuentra en problemas debido a la sugerencia de su esposo, Orlando Bloom. El tan esperado regreso de la cantante a la escena musical ha sido recibido con tibieza, y las fuentes cercanas a la artista apuntan a su esposo como responsable.

Las recientes actuaciones y lanzamientos musicales de la estrella pop de 39 años han estado marcados por un enfoque más atrevido, dejando a los fanáticos y expertos de la industria decepcionados.

“Es un poco alarmante que la decisión de Katy de volver a sus raíces de sex-appeal haya caído en saco roto con sus fans”, reveló un amigo de la familia y experto de la industria a la revista Life And Style.

“Ella ha admitido que esto fue algo que Orlando quería que intentara, pero eso no hace que las malas críticas y la respuesta de ‘a quién le importa’ de la industria sean más fáciles de aceptar”.

El último álbum de Perry, 143, se lanzó el 20 de septiembre y recibió críticas abrumadoramente negativas, desvaneciendo las esperanzas de un regreso triunfal.

Los críticos argumentan que el mensaje feminista del álbum se vio socavado por su colaboración con el productor controvertido Dr. Luke. Además, muchos sienten que la música de Perry no ha evolucionado desde sus días de éxito en las listas.

El sencillo principal del álbum, Woman’s World, se estancó en el puesto 63 de la lista Billboard Hot 100, muy lejos del éxito habitual de Perry. Con seis sencillos de diamante—más que cualquier otra cantante aparte de Rihanna—las dificultades de Perry para recrear su antiguo encanto son evidentes.

“Su categoría de pop radiofónico está actualmente a la sombra de Taylor Swift, y Katy fue ingenua al pensar que podría ser la excepción a esa regla”, señaló el informante.

“Así que es hora de volver a empezar, y con suerte esta vez tomará menos consejos de Orlando y no más”.

Para recuperar su lugar en la industria musical, el informante sugiere que Perry vuelva a sus fortalezas: centrarse en la composición y en colaboraciones que generaron éxitos como Roar.

“Los trabajos más fuertes de Katy, como su megaéxito Roar, fueron populares por la composición, no por los videos y, ciertamente, no por sus atuendos provocativos. Cuando tiene la colaboración adecuada con un compositor, todavía es capaz de hacer música exitosa”, enfatizó el informante.

La clave para el resurgimiento de Perry radica en encontrar un socio de composición leal, similar a la asociación de Billie Eilish con su hermano Finneas o la colaboración de Taylor Swift con Jack Antonoff.

“A Katy le gusta trabajar con muchas personas diferentes en lugar de solo uno o dos escritores o productores, pero Billie y Finneas han demostrado cómo una asociación creativa puede crecer y profundizarse a lo largo de múltiples ciclos de álbumes y continuar produciendo éxitos”.

“Katy necesita encontrar un colaborador de composición que le guste y luego realmente invertir en esa relación. No es ciencia espacial, pero Katy claramente subestimó la situación al escuchar a su esposo por consejo en su carrera pop”.