Kirsten Perez, quien apareció en la temporada 5, episodio 4 de My 600-lb Life, tuvo un viaje desafiante marcado por el trauma y la adicción a la comida. Al inicio de su episodio, pesaba 612 libras y compartió cómo su difícil infancia la llevó a usar la comida y sustancias como las drogas para sobrellevar sus problemas. A pesar de sus dificultades, siguió las recomendaciones del Dr. Younan Nowzaradan, que incluían consejos sobre salud física y terapia para abordar sus problemas emocionales. Con este apoyo, logró perder 170 libras, reduciendo su peso a 442 libras durante el programa.
Como parte de su tratamiento, Perez se mudó a Houston para trabajar con el Dr. Now, pero después de su progreso, regresó a su hogar en Longview, Washington, para estar más cerca de su familia. Desde entonces, ha mantenido un perfil bajo, publicando poco en redes sociales. Su última publicación visible fue un selfie de 2017, en el que parecía sonreír y mantener su pérdida de peso. También publicó en 2019, compartiendo un enlace a la Asociación de Alzheimer para fomentar donaciones.
Aunque Kirsten no ha sido tan abierta sobre su vida en redes sociales en comparación con otros participantes de My 600-lb Life como Chris Parsons, quien actualiza a sus seguidores sobre su progreso, lo más importante es que Perez continúa en su camino hacia la salud y la felicidad. El consejo del Dr. Now para ella fue más allá de la pérdida de peso, haciendo hincapié en la necesidad de terapia para abordar su trauma. Esto incluyó reunirse con la psiquiatra Lola Clay, quien le animó a liberar la culpa de experiencias pasadas y enfocarse en la positividad.
Está claro que la transformación de Kirsten Perez no fue solo física, sino también emocional, y su progreso muestra que superar los desafíos personales requiere tanto esfuerzo físico como sanación mental.