Análisis del programa “Me contagió y se hace” – 19 de diciembre del 2024 / Acércate a Rocío
El episodio del 19 de diciembre del 2024 del programa “Acércate a Rocío”, titulado “Me contagió y se hace”, abordó uno de los temas más delicados y polémicos tratados en el show: las consecuencias físicas, emocionales y legales de la transmisión de enfermedades de transmisión sexual (ETS) en el marco de una relación de pareja. Con la conducción de Rocío Sánchez Azuara, el programa exploró el impacto devastador que puede tener la falta de responsabilidad y comunicación en este tipo de situaciones, destacando la importancia de la prevención y el respeto mutuo.
En esta emisión, se presentó el caso de Mariana, una joven que denunció a su expareja, Luis, por haberle contagiado una enfermedad de transmisión sexual. Mariana afirmó que Luis no solo era consciente de su estado de salud, sino que deliberadamente omitió informarle, lo cual puso en riesgo su bienestar físico y emocional. Según la versión de Mariana, este acto no fue un accidente, sino una violación grave de confianza y un acto irresponsable que marcó su vida de manera significativa.
Por su parte, Luis negó las acusaciones y aseguró que no tenía conocimiento de su enfermedad en el momento de la relación, alegando que se enteró después de que ambos ya habían terminado. Sin embargo, la falta de pruebas claras y la confrontación emocional entre ambos complicaron la búsqueda de una solución durante el programa.
Rocío Sánchez Azuara, como es habitual, demostró su capacidad para mediar en situaciones conflictivas. Con empatía y firmeza, permitió que ambas partes expusieran sus puntos de vista mientras mantenía el enfoque en las posibles soluciones. No obstante, algunas críticas surgieron en redes sociales, donde varios televidentes señalaron que Rocío, en ciertos momentos, interrumpió constantemente a Mariana. Esto limitó la posibilidad de que la joven expresara plenamente su versión de los hechos y las emociones que atravesaba. Un comentario destacado fue el de un espectador que mencionó: “Rocío, tú sigues dejando sin hablar a los panelistas. Y en este caso era bien importante que dejaras hablar a esta pobre mujer. A cada rato le estás callando, por favor ve tu video y checa, verás cómo no les permites hablar a las personas”.
Este tipo de observaciones pone de manifiesto un área de mejora en el programa, ya que en casos tan sensibles como este, el espacio para que las víctimas sean escuchadas plenamente es esencial no solo para su bienestar emocional, sino también para generar una empatía real con la audiencia.
La presencia de especialistas en salud y derecho añadió profundidad al análisis del caso. Un médico especialista en enfermedades de transmisión sexual intervino para explicar las implicaciones médicas de este tipo de casos, enfatizando la importancia del diagnóstico temprano, el tratamiento adecuado y la comunicación abierta entre parejas. También destacó la necesidad de usar métodos de protección como el preservativo, no solo para evitar embarazos no deseados, sino también para prevenir la transmisión de ETS.
En el ámbito legal, un abogado especializado en derecho civil y penal explicó las posibles consecuencias jurídicas en casos donde se demuestra que una persona transmitió una enfermedad de manera intencional o por negligencia. Este análisis fue clave para que tanto el público como los involucrados entendieran las repercusiones legales de este tipo de acciones y la importancia de asumir responsabilidades.
Uno de los momentos más impactantes del programa fue cuando Mariana reveló cómo el diagnóstico había afectado no solo su salud, sino también su autoestima y confianza en futuras relaciones. Por otro lado, Luis compartió su arrepentimiento por no haber sido más responsable y propuso someterse a pruebas médicas y participar en terapias de sensibilización.
El programa generó una intensa respuesta en redes sociales, donde los televidentes debatieron sobre la importancia de la educación sexual y la responsabilidad compartida en las relaciones. Muchas personas expresaron su solidaridad con Mariana, mientras que otras pidieron empatía hacia Luis, argumentando que la falta de información y educación sobre ETS es un problema estructural que afecta a muchas personas.
El episodio concluyó con un llamado a la reflexión colectiva sobre la importancia de la prevención, la comunicación y la responsabilidad en las relaciones íntimas. Rocío Sánchez Azuara subrayó que el respeto por la salud propia y ajena es un acto de amor y empatía, y que es fundamental romper con los tabúes y estigmas que rodean las ETS para generar un cambio positivo en la sociedad.
“Me contagió y se hace” no solo expuso las complicaciones legales y emocionales de este caso particular, sino que también logró sensibilizar a la audiencia sobre un tema que, aunque incómodo, es crucial para la convivencia y el bienestar en pareja. Sin embargo, el episodio también dejó una enseñanza importante para la producción del programa: en temas tan delicados, escuchar con paciencia y permitir que las voces de las víctimas se expresen plenamente es clave para fortalecer el impacto positivo del show. Una vez más, “Acércate a Rocío” demostró su capacidad para abordar temas complejos con profundidad y sensibilidad, dejando una enseñanza valiosa tanto para los protagonistas como para los televidentes.