En los últimos años, la vida de Julio Iglesias (78 años) se ha convertido en un auténtico búnker, pues muy pocas personas pueden acceder a él de manera directa, más allá de las especulaciones que han visto la luz en los medios de comunicación. A vueltas con su delicada salud, el hermetismo que reina en su día a día se ha trasladado también a su entorno más cercano, sus hijos menores.

Son ocho los vástagos del cantante español más internacional. La mayoría de ellos son famosos desde la cuna, como Chábeli (50), Enrique (47) o Julio José Jr. (49). Sin embargo, los nacidos de su matrimonio con Miranda Rijnsburger (56) han vivido muy alejados del ojo público.

Además de las gemelas, Victoria y Cristina (21), los hijos más desconocidos de Julio Iglesias son los otros tres varones del clan. Se llaman Miguel Alejandro (24), Rodrigo (23) y Guillermo (15) y, exceptuando contadas ocasiones cuando eran pequeños, apenas se han dejado ver en actos sociales.

Todos ellos viven al margen de la popularidad de su progenitor, en Miami, aunque viajan habitualmente a España para pasar tiempo en la finca familiar de Las cuatro lunas, en Marbella. Precisamente en ese enclave ha estado recientemente el mayor de este trío, disfrutando de unos días de vacaciones con sus amigos.

Voló a España el 17 de julio en el jet privado de su padre y sólo se hizo notar con una discreta publicación en un stories de Instagram. Luego se trasladaría a la isla griega de Mykonos para seguir con su periplo estival.

Michael, un agente inmobiliario

Aunque el nombre que Julio y Miranda le pusieron al nacer aquel 7 de septiembre de 1997 fue Miguel Alejandro, él se hace llamar Michael. Es el que más se parece físicamente a su hermano Enrique y comparte con él muchas aficiones deportivas, aunque no profesión. Ha estudiado Finanzas y trabaja como agente inmobiliario en una importante empresa de Miami que se dedica a la compraventa de casas de lujo. Un mundo que él conoce bien, porque ha crecido en la impresionante mansión de sus padres en la isla privada Indian Creek, en Miami.

Michael es un apasionado del kite surf y del motociclismo. También le gusta la pesca y el buceo. Su conexión con el deporte viene desde niño, pues, además de practicar muchas actividades en el mar, ha jugado al tenis y al golf con su madre en sus veranos marbellíes.

En cuestiones sentimentales, el joven mantuvo una larga relación amorosa con la tenista y modelo rusa Danielle Obolevitch, con quien ha visitado España en más de una ocasión. Este noviazgo le valió muchas comparaciones con Enrique y Anna Kournikova (41), por el parecido y las semejanzas profesionales de ellas. En la actualidad no tiene pareja conocida y se deja ver con sus amigos en los sitios más selectos. Una de sus mayores aficiones es viajar y le encantan los coches de lujo. En uno de sus cumpleaños recibió un BMW M5 valorado en 140.000 euros.

Rodrigo, otro cantante en la familia

De los hijos de Julio Iglesias y Miranda, el segundo ha heredado la vena artística de su progenitor. Sí, Rodrigo Iglesias quiere ser cantante y de él dicen que es el sucesor del intérprete de La vida siguel igual. No sólo cuenta con su apoyo total, también con el de su hermano Michael. De hecho, él suele ayudarle en la producción musical y también le acompaña al piano.

Tiene muy claro cuál es su meta y así lo confirmaba hace unos años en su primera entrevista concedida a la revista ¡HOLA!: “Quiero ser artista, como mi padre y mi hermano. La siguiente generación de los Iglesias“. Admira profundamente a su padre, que es su mayor inspiración. “Admiro todo lo que ha conseguido durante su vida. Ha sido un gran deportista y un gran músico. Lo que más me fascina de él es que, a día de hoy, sigue logrando llenar los estadios de fans”, ha confesado.

Rodrigo toca la guitarra eléctrica, su fiel compañera, y comparte con sus hermanos su afición por el motocross y los deportes acuáticos como el surf. Como al resto de los hijos del cantante, venir a España y refugiarse en la casa de Ojén es uno de sus mayores placeres. No hay más que bucear en sus redes sociales para comprobar que viene bastante a menudo.

Guillermo, el benjamín artista

El pequeño y, sin duda, el más desconocido de todos. A sus 15 años, también lleva la música en las venas y gracias a Julio Iglesias se le ha podido ver tocando la batería, en un vídeo publicado en 2017 donde demostraba que la percusión era lo suyo. “Mi pequeño Guillermo y su talento”, escribía con orgullo.