En medio del ajetreo mediático tras la boda de Ángela Aguilar y Cristian Nodal, Nadia Ferreira, esposa de Marc Anthony, se ha convertido en el centro de la controversia. La ceremonia, que tuvo lugar en la Hacienda San Gabriel de Las Palmas en Morelos, fue un evento privado al que asistieron solo familiares, amigos cercanos y algunas personalidades del entretenimiento.

Pepe Aguilar, padre de la novia, rompió el silencio al compartir en sus redes sociales una serie de fotografías del enlace, proporcionando un vistazo íntimo al evento. Entre los invitados que también decidieron compartir sus experiencias estuvo Nadia Ferreira, quien, desde el día del evento, comenzó a publicar varias historias en su cuenta de Instagram, mostrando detalles del lugar y de la ceremonia.

La modelo, que deslumbró con un elegante vestido de encaje azul, no solo mostró imágenes del evento en sus redes, sino que también apareció en las fotos oficiales publicadas por Pepe Aguilar. Sin embargo, su decisión de compartir estos momentos ha suscitado una ola de críticas en las redes sociales.

Los detractores de Nadia Ferreira la acusan de traición, recordando que recientemente había publicado una fotografía en la que aparecía con Kazu, a quien describió como amiga. Este detalle no ha pasado desapercibido para los internautas, quienes ven contradicción en el comportamiento de Ferreira, considerando que su relación con Kazu había generado cierta controversia anteriormente.

Por otro lado, algunos seguidores han salido en defensa de Nadia, argumentando que, como esposa de Marc Anthony, tenía todo el derecho de asistir y compartir su experiencia en la boda, independientemente de su cercanía con los recién casados. Estos defensores sostienen que la modelo actuó dentro de su derecho y que la crítica surge más de la percepción pública que de un acto real de deslealtad.

El debate en las redes sociales continúa, con opiniones divididas sobre si Nadia Ferreira realmente cruzó una línea al compartir imágenes del evento privado o si, simplemente, estaba mostrando su participación en una celebración importante. La controversia pone de relieve las complejidades de la privacidad y el derecho a compartir momentos personales en la era digital.