La esposa de Leo Dan, a sus 74 años, finalmente rompe su silencio tras su muerte
A sus 74 años, Marieta Tévez, la esposa de uno de los más grandes íconos de la música latinoamericana, Leo Dan, ha decidido romper su silencio y compartir con el mundo detalles desconocidos de la vida de su amado esposo tras su reciente fallecimiento. En una emotiva revelación, Marieta nos ofrece una mirada única sobre la vida de un hombre cuya música conquistó a generaciones y cuya historia de amor trascendió las fronteras del tiempo y la fama.
Leo Dan, cuyo verdadero nombre era Leopoldo Dante Tévez, nació bajo un manto de circunstancias extraordinarias. Según su madre, el mismo día de su nacimiento, una tormenta iluminó el cielo, un presagio de lo que sería su vida. De familia humilde, Leo comenzó a cantar desde niño, y a los 5 años ya encantaba a su pueblo con su voz, un talento que se iría transformando en una carrera impresionante. A lo largo de su vida, la música fue su refugio, su vocación y su legado. Sin embargo, el amor fue, como él mismo solía decir, el motor que le dio vida a sus composiciones.
Marieta, quien conoció a Leo en una pequeña panadería, recuerda ese primer encuentro como un gesto peculiar de su esposo, quien, en lugar de disculparse por un accidente que resultó en café derramado sobre su vestido, improvisó una canción para ella. Ese gesto, aunque espontáneo, fue el primer indicio de la conexión que los uniría para siempre.
El vínculo entre Leo Dan y Marieta fue mucho más que una historia de amor común. Marieta revela que, a pesar de la fama de Leo, siempre hubo un equilibrio en su vida familiar. Juntos compartían momentos sencillos pero significativos, como preparar mate y tostadas en la mañana, o sentarse en el porche a disfrutar del amanecer. Estos pequeños rituales los mantenían conectados y fortalecían su amor.
No obstante, no todo fue fácil para Leo. Durante años, enfrentó momentos difíciles, incluyendo la trágica muerte de su hermano menor, Antonio, lo que le provocó una profunda depresión. Fue en esos momentos oscuros que Leo descubrió su amor por la pintura, una forma de expresar lo que las palabras no podían. Sin embargo, a pesar de los obstáculos, su amor por la música nunca decayó, y continuó componiendo canciones que no solo contaban su vida, sino que también reflejaban la complejidad de sus sentimientos más profundos.
Un legado inmortal en canciones y cartas
A lo largo de su vida, Leo Dan escribió más de 200 canciones inéditas que, según Marieta, reflejan momentos de su vida, emociones y pensamientos que nunca llegaron a ser conocidos por su público. Entre las páginas de su diario de cuero envejecido, Marieta ha encontrado también las cartas que Leo escribió a mano para sus fanáticos. A pesar de la debilidad física que lo aquejaba, Leo nunca dejó de responderles, expresando su agradecimiento y, de alguna manera, manteniendo viva la conexión con quienes lo seguían desde todas partes del mundo. Una de las frases más conmovedoras que dejó escrita fue: “La música nunca muere, solo cambia de forma”.
Marieta asegura que en esas cartas, Leo compartió detalles nunca revelados sobre su carrera, sus canciones más queridas y, en particular, sobre un inolvidable concierto que ofreció en Río de Janeiro durante el carnaval de 1975, en el que cantó Hasta el amanecer.
El último día de Leo Dan: un adiós lleno de amor
El 1 de enero de 2025, Leo Dan vivió su última mañana junto a Marieta, y esa escena quedó grabada en su memoria para siempre. Aunque Leo ya se encontraba muy débil, se levantó temprano, como era su costumbre, para preparar mate para ambos. Juntos se sentaron en el porche de su casa y observaron el sol salir detrás de los árboles que habían plantado juntos años atrás. Ese pequeño ritual encapsulaba todo lo que representaba su relación: un amor sencillo pero profundo, lleno de complicidad y cariño.
Antes de regresar al interior de la casa, Leo miró por última vez el jardín y, con la serenidad que lo caracterizaba, le dijo a Marieta: “Cada flor aquí conoce nuestra historia de amor. Cuando sientas nostalgia, ven a hablar con ellas. Siempre te recordarán que nuestro amor, como la música, es eterno”.
Esas palabras fueron la despedida de Leo, quien dejó este mundo con la certeza de que su música y su amor seguirían vivos. Para Marieta, cada vez que los pájaros cantan en la mañana, siente que Leo sigue allí, preparándole el mate y listo para comenzar otro día de amor y música.
El silencio roto: un legado que perdura
A través de su relato, Marieta no solo nos ofrece una visión más cercana y personal de la vida de Leo Dan, sino que también nos deja una lección de amor inquebrantable. A pesar de que el tiempo y la distancia han separado a Leo de este mundo, su música sigue viva, trascendiendo generaciones y corazones.
Marieta, al abrir su corazón y compartir con el mundo la esencia de su vida junto a Leo, nos enseña que el amor verdadero no se apaga con la muerte. La música y los recuerdos perduran, y Leo Dan, a través de sus canciones y de las palabras que dejó escritas, sigue acompañando a sus seres queridos y a sus seguidores.
Hoy, a sus 74 años, Marieta Tévez ha decidido romper su silencio para rendir homenaje a su esposo, un hombre cuya música y amor seguirán resonando en la memoria colectiva. Un testimonio que perdurará tanto como las canciones de Leo Dan, porque, como él mismo dijo, “la música nunca muere, solo cambia de forma”.