Harvey Weinstein suelta una bomba sobre el pasado secreto de Meghan Markle: “¡Ha sido prostituta desde los 18!” ¡Afirma que no es apta para el poder!

Meghan Markle era una estrella en ascenso en Hollywood, mejor conocida por su papel en Suits.

Su encanto y talento le valieron una base de fans fieles, pero su vida dio un giro radical cuando conoció al príncipe Harry. Su apasionado romance cautivó al mundo y la llevó a integrarse a la monarquía británica. Muchos celebraron esto como un cuento de hadas moderno, pero Weinstein sugiere una narrativa alternativa: que el ascenso de Meghan no se debió solo al amor, sino a un movimiento calculado para ascender en la escala social y cultural

Las acusaciones de Weinstein apuntan a los primeros días de Meghan en Hollywood, donde la ambición y el trabajo en red dieron forma a su carrera. Meghan, nacida en Los Ángeles, era una joven decidida con grandes sueños. Aunque todavía no era un nombre conocido, su enfoque en construir conexiones y cuidar su imagen pública insinuaba un enfoque estratégico para el éxito. ¿Se extendió esta estrategia a sus ambiciones reales?

El romance entre el príncipe Harry y Meghan Markle parecía demasiado perfecto, como si estuviera escrito en un guión de una película taquillera de Hollywood. Los expertos describen su conexión como fortuita, pero las afirmaciones de Weinstein sugieren lo contrario. Él sostiene que Meghan puede haber visto el casarse con un miembro de la realeza como una vía hacia oportunidades sin precedentes. ¿Su atracción por Harry se basaba en el amor o vio su unión como una forma de redefinir su identidad a escala mundial?

Los comentarios de Weinstein sobre Meghan como “una chica común y corriente” han generado debate. Por un lado, resaltan sus orígenes humildes, en contraste con el mundo de élite de la realeza británica. Por otro, cuestionan sus intenciones: ¿Meghan fue una pionera que rompió las normas o una outsider que se aprovechó de un sistema para obtener beneficios personales?

La entrada de Meghan Markle en la familia real fue un hito, pero se topó con resistencia. Sus raíces hollywoodenses y su perspectiva moderna chocaron con las estrictas tradiciones y protocolos de la monarquía. Esta disonancia cultural se hizo evidente en sus elecciones de estilo de vida, su presencia en los medios y su decisión final de alejarse de sus deberes reales.

Las afirmaciones de Weinstein sugieren que las ambiciones y los movimientos calculados de Meghan jugaron un papel en su trayectoria como miembro de la realeza. Algunos la ven como una disruptora que modernizó las tradiciones reales, mientras que otros la ven como una figura que no asumió plenamente las responsabilidades reales. La salida de Meghan y Harry de la vida real alimentó aún más estos debates, ya que buscaban independencia y la oportunidad de crear su narrativa fuera de los confines del palacio.

Después de retirarse de sus deberes reales, Meghan y Harry se embarcaron en una nueva etapa en California. Su enfoque se centró en causas como la salud mental, la justicia social y la defensa del medio ambiente a través de su Fundación Archewell. Sus iniciativas en podcasting, Netflix y Spotify han redefinido su imagen pública, combinando la cultura de las celebridades con la filantropía.

Los críticos sostienen que el regreso de Meghan a Hollywood refleja una decisión calculada para maximizar su fama y sus oportunidades financieras. Sin embargo, sus partidarios lo ven como un paso valiente hacia la independencia, que demuestra que la reinvención es posible incluso bajo un intenso escrutinio público.