Julián Gil, actor argentino, ha sido muy abierto sobre su deseo de estar presente en la vida de su hijo Matías, fruto de su relación con la actriz venezolana Marjorie de Sousa.

Su lucha por mantener una relación cercana con el niño ha sido larga y complicada, marcada por pleitos legales y diferencias irreconciliables con Marjorie.

Gil ha expresado que, a pesar de los desafíos, no piensa rendirse en su intento de ser parte de la vida de su hijo, aunque las circunstancias han sido difíciles.

Desde que la relación entre Julián y Marjorie terminó en 2017, ambos han estado inmersos en una batalla legal por la custodia de Matías.

Durante este tiempo, el actor ha enfrentado muchas barreras para poder ver a su hijo, incluyendo decisiones judiciales que limitaron su acceso.

A pesar de esto, Julián siempre ha mantenido firme su postura de querer estar presente en la vida de Matías, subrayando que sus derechos como padre son fundamentales.

En varias entrevistas, Julián ha manifestado lo doloroso que ha sido para él no poder ver a su hijo con regularidad.

Asegura que ha agotado todas las vías legales posibles para solucionar este conflicto y que su único objetivo es que Matías crezca sabiendo que su padre siempre quiso estar presente.

A pesar de las restricciones, Gil ha dejado claro que no permitirá que el tiempo o la distancia lo separen de su hijo de manera definitiva.

Una de las revelaciones más emotivas de Julián ha sido sobre el sacrificio que estaría dispuesto a hacer para lograr estar en la vida de Matías.

El actor ha confesado que estaría dispuesto incluso a renunciar a su carrera profesional o hacer cualquier otro sacrificio personal, si esto le permitiera tener una relación estable y continua con su hijo. Para él, ser padre es lo más importante, y no duda en priorizarlo por encima de todo.

La relación con Marjorie, por otro lado, ha sido muy tensa, ya que ambos se han lanzado acusaciones en medios de comunicación y tribunales.

Gil ha sido muy crítico con algunas de las decisiones legales que, según él, han favorecido injustamente a Marjorie.

Sin embargo, a pesar del conflicto entre ellos, el actor ha tratado de separar sus diferencias personales del vínculo que busca tener con Matías.

Julián también ha reflexionado sobre el impacto que esta situación podría tener en su hijo a largo plazo.

Le preocupa que Matías crezca con una imagen distorsionada de su padre debido a la distancia y los conflictos legales.

Gil ha enfatizado que su mayor deseo es que su hijo tenga la oportunidad de conocerlo de manera directa, sin influencias externas que puedan distorsionar su relación.

A pesar de la adversidad, Julián Gil no ha perdido la esperanza. Continúa luchando en los tribunales y utilizando su plataforma pública para expresar su amor por Matías y su deseo de ser parte de su vida.

Su enfoque ha sido persistente, asegurando que mientras tenga fuerzas, seguirá intentando establecer un vínculo significativo con su hijo.

En resumen, la situación entre Julián Gil y Marjorie de Sousa ha sido un camino arduo lleno de complicaciones legales y personales.

Sin embargo, el actor argentino ha dejado claro que está dispuesto a hacer cualquier sacrificio necesario para estar presente en la vida de Matías, destacando que su rol como padre es su mayor prioridad, sin importar las dificultades que se presenten en el camino.