La Historia del Hijo de Camilo Sesto: Perdido en las Drogas y Sin Reconciliación
Camilo Blanes, conocido como Camilín, fue el orgullo de Camilo Sesto, heredero no solo de su fortuna, sino también de su legado musical. Nacido en 1983 de la relación entre el cantante español y la mexicana Lourdes Ornelas, su vida parecía destinada al estrellato. Sin embargo, en 2023, su historia dio un giro dramático que dejó al mundo perplejo. Camilín cambió su nombre a Sheila, compartiendo fotos con pelo largo y vestido de mujer, desatando rumores sobre su salud mental, consumo de drogas y una supuesta transición de género.

Las imágenes de Camilín no reflejaban felicidad, sino caos. Pronto surgieron especulaciones: se decía que estaba atrapado en las drogas y que consumía hormonas del mercado negro. En una entrevista, él negó querer transicionar, afirmando que solo exploraba su lado femenino, manteniendo su identidad de nacimiento. “Soy el sexo que siempre he sido”, dijo, intentando calmar las aguas. Sin embargo, su madre, Lourdes Ornelas, encendió las alarmas en los medios, denunciando su adicción y las malas compañías que lo rodeaban, a quienes intentó alejar sin éxito.
La relación entre Camilo Sesto y su hijo siempre fue complicada. Tras la ruptura de sus padres, un juez otorgó la custodia al cantante por su estabilidad económica, mientras Lourdes regresó a México con recursos limitados. Camilín creció con privilegios en España, alejado de su madre hasta la adultez. Mostró interés por la música, cantando con su padre y lanzando su disco debut “Es lo que siento” en 2013, pero su carrera no despegó. La muerte de Camilo Sesto en 2019 marcó el inicio de su caída: una espiral tóxica que lo hundió aún más.
Lourdes, ahora en España, ha luchado por salvarlo, enfrentándose a él en intentos desesperados por imponer orden. Videos lo muestran echándola de su casa, mientras ella pide ayuda pública para tratar su adicción. En España, la ley protege la autonomía del usuario, limitando las intervenciones, lo que frustra sus esfuerzos. Cristina Rapado, exnovia de Camilín, reveló que sus problemas con las drogas datan de 2008, junto con su gusto por vestirse de mujer, sugiriendo que esta etapa es una búsqueda personal, aunque preocupante.
Imágenes recientes de Camilín, con dientes destruidos y comportamiento errático, han alarmado a sus seguidores. Su vida plantea preguntas profundas: ¿dónde termina la búsqueda de identidad y comienza la autodestrucción? ¿Tienen derecho sus seres queridos a intervenir contra su voluntad? Mientras Lourdes llora por su hijo perdido, el legado de Camilo Sesto se desvanece en una historia de talento desperdiciado y dolor familiar. Camilín, alguna vez la luz de su padre, hoy está atrapado en un abismo, dejando al público dividido entre la compasión y la reflexión sobre los límites de la libertad personal.