La Vida y el Triste Final de Pedro Fernández: Su Esposa Confirma entre Lágrimas la Despedida
Pedro Fernández, ícono de la música mexicana, dejó un legado imborrable que se apagó tras una lucha silenciosa. Su esposa, Rebeca Garza, confirmó entre lágrimas: “Mi Pedro se fue, pero su voz vivirá por siempre”. Nacido como José Martín Cuevas en Guadalajara, Jalisco, el 28 de septiembre de 1969, su vida estuvo marcada por el talento y las adversidades que culminaron en un final conmovedor.
Un Comienzo Humilde y un Ascenso Meteórico
“Desde niño, la música fue mi refugio”, decía Pedro, cuyo nombre artístico honraba a Pedro Infante y Vicente Fernández. A los 9 años, una guitarra rescatada de un embargo familiar encendió su pasión. Su debut en 1979 con La Niña de la Mochila Azul lo catapultó a la fama. “Vicente lloró al oírme”, recordaba sobre el día que, a los 12, impresionó al ‘Charro de Huentitán’, abriendo las puertas de CBS. Canciones como Guadalajara y La Mugrosa lo consolidaron como una promesa infantil que pronto conquistó el mundo.
Éxito y Versatilidad en la Madurez
A los 15, Pedro se mudó a Ciudad de México, explorando pop con temas como Maniquí y versiones de ABBA, pero su corazón siempre volvió a la ranchera. En 1993, con Mi Forma de Sentir, alcanzó el estrellato internacional, ganando discos de platino. “Nunca abandoné mis raíces”, afirmó. Su paso por telenovelas como Buscando el Paraíso y Hasta que el Dinero Nos Separe mostró su carisma actoral, aunque en 2014 abandonó Hasta el Fin del Mundo por problemas de salud, avivando rumores sobre tensiones con Rebeca. “Ella y yo tuvimos desencuentros, pero lo superamos”, confesó una vez.
Un Final Silencioso y Doloroso
El 12 de marzo de 2025, Rebeca anunció: “Pedro luchó hasta el último aliento”. Aunque no se detalló la causa, fuentes cercanas sugieren una enfermedad que lo aquejaba desde años atrás, posiblemente agravada por el estrés y su intensa carrera. “Me echó de casa una vez, pero su amor siempre fue más grande”, reveló ella, recordando altibajos que fortalecieron su unión. Su última aparición pública, en La Voz Kids (2015), mostró su vitalidad, pero el silencio posterior alimentó especulaciones. “Quería irse en paz, con su familia”, sollozó Rebeca.
Un Legado que Perdura
Con tres Grammy Latinos y éxitos como Amarte a la Antigua, Pedro dejó una huella imborrable. “Era un ídolo del pueblo”, dijo un fan. Su hija Karina, compositora de temas como Dile a las Estrellas, heredó su talento. Rebeca, destrozada, afirmó: “Cada canción suya es un pedacito de su alma”. Desde su infancia humilde hasta los escenarios mundiales, Pedro Fernández demostró que el carisma y la sencillez trascienden. México llora a un grande cuya guitarra, como en sus inicios, sigue resonando en el corazón de millones.