Lo que MARÍA FÉLIX REVELÓ SOBRE PEDRO INFANTE: La Razón por la que Nunca Lo Besó en “TISOC”
La relación profesional entre dos de los grandes íconos del cine mexicano, María Félix y Pedro Infante, fue marcada por una química innegable en pantalla, pero también por diferencias personales que, años después, la Doña revelaría. En esta ocasión, traemos a la luz los detalles desconocidos detrás de su colaboración en la película TISOC, que se convirtió en la única cinta en la que ambos actuaron juntos.
El Inicio de la Película
La filmación de TISOC comenzó en mayo de 1956, bajo la producción de Matuk Films, de propiedad de Antonio Matuk, quien era apoderado de Pedro Infante. El director de esta película fue Ismael Rodríguez, quien también había trabajado con Infante en otras producciones y, de hecho, esta sería la última vez que lo dirigiría.
Aunque la película no vería la luz hasta octubre de 1957, un año después de que comenzara a filmarse, María Félix ya tenía sus reservas sobre el proyecto. La actriz nunca ocultó su desinterés por el guion y el papel que le asignaron, algo que ella misma explicaría en entrevistas años después.
Las Razones de María Félix para No Querer Hacer la Película
María Félix, siempre directa y sin filtro, reveló varias razones por las cuales no estaba entusiasmada con participar en TISOC. En primer lugar, no le agradaba el personaje que le ofrecieron, ya que consideraba inapropiado que su rostro fuera comparado con el de una figura religiosa. Esto, según la actriz, no estaba alineado con sus principios y estilo personal.
En segundo lugar, la interpretación de Pedro Infante como el personaje titular de TISOC tampoco le convenció. María afirmaba que el personaje de Pedro no reflejaba adecuadamente a los nativos mexicanos, ni en su apariencia ni en su personalidad. A pesar de sus dudas, María aceptó finalmente formar parte del elenco, pero no sin antes pasar por un proceso de convencimiento. El director, Ismael Rodríguez, tuvo que hipotecar su propia casa para lograr que la actriz aceptara el papel.
La Serenata de Pedro Infante
Para lograr que María Félix cediera, Pedro Infante utilizó su carisma y detalles románticos. Según lo relatado por la misma Doña, Pedro le llevó serenatas a su casa en Catipoato, la finca en la que vivió, y que había sido testigo de su matrimonio con Jorge Negrete. Las serenatas, acompañadas por mariachi, fueron solo uno de los gestos con los que Infante intentó ganarse el corazón de la famosa actriz.
Además de las serenatas, Pedro también le regaló a María Félix una guitarra, un obsequio que la actriz rompió, y una famosa esclava que Pedro llevaba puesta, la cual finalmente terminó en manos de María. Estos gestos de afecto y generosidad, a pesar de la distancia que existía entre ellos, dejaron una huella en la actriz.
La Razón por la que Nunca se Besaron en la Película
Uno de los detalles más comentados acerca de TISOC es la famosa escena del beso que nunca ocurrió entre Pedro Infante y María Félix. Durante mucho tiempo, se especuló que esto se debía a que Pedro Infante tenía un profundo respeto por Jorge Negrete, el exmarido de María. Sin embargo, María Félix revelaría que la razón detrás de la ausencia de un beso no fue únicamente el respeto de Infante hacia su esposo fallecido, sino también la inseguridad de Pedro. Según Félix, Infante no sabía cómo tratar a las mujeres, lo que lo hacía sentirse intimidado, incluso cuando trabajaba junto a una figura tan emblemática como ella.
Por otro lado, la versión de Ismael Rodríguez, el director, indica que la decisión de no incluir el beso en el guion fue más una cuestión profesional y pragmática. Rodríguez prefería evitar cualquier tipo de controversia o complicaciones que pudieran surgir entre los actores, por lo que la escena fue omitida sin que fuera necesario forzarla. En resumen, la razón del beso ausente fue una mezcla de respeto, timidez y una decisión creativa del director.
El Estreno y El Legado de la Película
La película TISOC se estrenó en octubre de 1957, seis meses después de la trágica muerte de Pedro Infante, quien falleció en abril de ese año. A pesar de que Pedro ya no pudo ver el estreno, su legado permaneció intacto. TISOC ganó varios premios importantes, incluido el Globo de Oro y el Oso de Plata en Berlín, aunque con el paso de los años, los premios de la película fueron en gran parte eclipsados por otros logros en la carrera de Infante.
Sin embargo, la película no solo dejó huella por los premios, sino también por los relatos personales de los involucrados, entre ellos, las historias que María Félix compartió sobre sus experiencias durante el rodaje. Aunque TISOC no es una de las obras más célebres de Infante o de Félix, sigue siendo un testimonio de la relación compleja y fascinante que existió entre ambos, tanto en lo profesional como en lo personal.
Conclusión
La relación entre María Félix y Pedro Infante fue mucho más que una simple colaboración en la pantalla. A pesar de las diferencias y las tensiones que ambos artistas enfrentaron, TISOC sigue siendo un ícono del cine mexicano, y las revelaciones de María Félix sobre la película siguen fascinando a sus admiradores hasta el día de hoy. La historia de cómo se filmó la película y las complejidades que la rodearon muestran que, detrás de la fama y el glamour, siempre hubo un lado humano, lleno de inseguridades, respeto y gestos de cariño entre estos dos gigantes del cine mexicano.
