El duque de Sussex, el príncipe Harry, se ha visto recientemente envuelto en otra tormenta mediática tras las acusaciones hechas por el exmarido de Meghan Markle, Trevor Engelson. Trevor ha acusado a Meghan de manipular sus relaciones con los hombres para asegurar contratos ventajosos durante sus matrimonios. Esta acusación ha generado especulaciones y un intenso escrutinio, con muchos cuestionando si la familia Sussex es parte de un movimiento calculado por parte de Meghan. La tensión en torno a este asunto ha dejado a Harry visiblemente incómodo, como se ha observado en apariciones públicas recientes donde parecía tenso y con el ceño fruncido.

 

 

Trevor Engelson, un productor de cine que estuvo casado con Meghan Markle entre 2011 y 2013, ha salido a la luz con afirmaciones que sugieren que Meghan utilizó estratégicamente sus relaciones para impulsar su carrera. Según fuentes cercanas a Trevor, él alega que Meghan veía su matrimonio como un acuerdo comercial, dejándolo de lado cuando ya no le servía a sus ambiciones. Esta acusación ha avivado el debate en curso sobre los motivos de Meghan, particularmente a la luz de su posterior matrimonio con el príncipe Harry y sus subsiguientes acuerdos mediáticos de alto perfil.

Aunque las acusaciones de Trevor se basan en sus experiencias personales, han resonado entre quienes han criticado a Meghan por ser, supuestamente, demasiado ambiciosa y oportunista. Meghan ha enfrentado críticas anteriormente por su rápido ascenso de ser una actriz relativamente desconocida a alcanzar la fama mundial después de casarse con la familia real británica. Algunos detractores argumentan que sus contratos mediáticos de alto perfil, incluidos acuerdos multimillonarios con Netflix y Spotify, apuntan a un patrón de aprovechar relaciones personales para obtener beneficios profesionales.

 

 

La reacción del príncipe Harry ante estas acusaciones ha sido observada de cerca tanto por los comentaristas reales como por el público. En compromisos públicos recientes, Harry ha aparecido visiblemente tenso, y según informes, está profundamente dolido por las acusaciones contra su esposa. Fuentes cercanas a su círculo íntimo afirman que Harry está luchando por reconciliar a la mujer que ama con la imagen negativa que promueven Trevor y otros críticos. Esta tensión ha causado, según informes, fricción en la pareja, mientras intentan navegar por el continuo escrutinio mediático que rodea su matrimonio.

 

 

El malestar de Harry ha suscitado preguntas sobre la fortaleza de su relación y si estas acusaciones están afectando su percepción de su unión. Aunque en el pasado ha defendido constantemente a Meghan, algunos allegados sugieren que este último escándalo podría ser particularmente difícil de manejar para él, dado su carácter profundamente personal.

A medida que circulan estas acusaciones, el público se queda con una pregunta más significativa: ¿es la familia Sussex solo otro arreglo comercial? Meghan y Harry se han posicionado consistentemente como una pareja poderosa, defendiendo causas como la salud mental, la igualdad racial y el empoderamiento de las mujeres. Sin embargo, sus iniciativas financieras, incluidos lucrativos contratos mediáticos y discursos públicos, han generado especulaciones de que su matrimonio podría haber sido impulsado, al menos en parte, por consideraciones estratégicas.

Los críticos señalan la rápida transición de la pareja de las funciones reales a un estatus de celebridad estilo Hollywood, completa con contratos multimillonarios. Su salida de la vida real en 2020, a menudo referida como “Megxit”, fue seguida por una serie de entrevistas y proyectos de alto perfil que cimentaron su marca como figuras mediáticas influyentes. Algunos argumentan que el entendimiento de Meghan del panorama mediático y el pedigrí real de Harry crearon la tormenta perfecta para una sociedad altamente rentable.

 

 

Sin embargo, los seguidores de los Sussex niegan rotundamente estas afirmaciones, argumentando que su decisión de alejarse de sus deberes reales fue motivada por el deseo de independencia y libertad de las restricciones de la familia real británica. Meghan ha sido franca sobre los desafíos que enfrentó dentro de la institución real, incluidos problemas de salud mental y racismo. Para sus seguidores, estas acusaciones son solo otro intento de desacreditar a una mujer que se atrevió a desafiar la tradición y forjar su propio camino.