Eleazar García, cariñosamente conocido como “Chelelo”, fue un carismático actor que dejó una huella imborrable en el cine mexicano. Nacido el 28 de septiembre de 1924 en Ciudad Mier, Tamaulipas, su pasión por la actuación se manifestó desde joven, cuando entretenía a sus amigos con funciones de marionetas. Su talento lo llevó a los escenarios itinerantes y, eventualmente, a colaborar con grandes figuras como Antonio Aguilar.

En 1961, Chelelo debutó en el cine con la película Los Llaneros, que marcó el inicio de una carrera prolífica. A lo largo de su trayectoria, participó en aproximadamente 150 películas, siendo un ícono del cine ranchero y destacándose por su sentido del humor y su capacidad de conectar con el público. Su legado artístico no solo se limitó a la actuación, sino que también incursionó en la política, sirviendo como diputado federal en la década de 1990.

Trágicamente, Chelelo falleció el 24 de agosto de 1999, tras un accidente que le causó graves lesiones. Su muerte fue un duro golpe para el mundo del espectáculo, pero su legado perdura. Doce años después, su hijo Eleazar Lorenzo García Gutiérrez, conocido como Chelelo Junior, también perdió la vida debido a complicaciones de salud, sumando más dolor a la familia. En 2020, otro hijo, Javier, falleció a causa de complicaciones relacionadas con la pandemia.

A pesar de las tragedias que marcaron su vida y la de su familia, el arte de Chelelo continúa resonando. Su obra sigue siendo apreciada en México, y su contribución a la cultura tamaulipeca es celebrada, recordándonos siempre que el legado de un verdadero artista jamás se desvanece.