La vida de Anna Kournikova, extenista y modelo, ha permanecido en gran parte fuera de los reflectores desde que decidió retirarse de las canchas. Reconocida no solo por sus habilidades deportivas, sino también por su indudable carisma y atractivo, Kournikova se convirtió en un icono global en el mundo del tenis y del entretenimiento. Sin embargo, tras dejar el tenis competitivo, se ha dedicado a mantener una vida privada, construyendo una relación sólida con Enrique Iglesias, el famoso cantante español. Su historia de amor, aunque discreta, ha sido tema de interés para sus fanáticos, especialmente porque han logrado mantenerse unidos sin la intervención constante de los medios de comunicación.

Anna y Enrique han estado juntos por más de veinte años, formando una familia con tres hijos, los mellizos Nicholas y Lucy, y su hija Mary. A pesar de su fama, la pareja se ha esforzado por preservar la privacidad de su hogar y proteger a sus hijos de la exposición pública. La decisión de mantener su relación y familia en la intimidad ha sido aplaudida por muchos, pero también ha generado curiosidad entre sus seguidores. En contadas ocasiones, la pareja comparte fotos familiares en redes sociales, y aunque son limitadas, muestran una vida tranquila y plena lejos del bullicio mediático.

La extenista, que en su tiempo fue una de las deportistas más buscadas por los medios, parece haber encontrado paz y estabilidad en su rol como madre y pareja. Aunque dejó de lado el deporte profesional, Kournikova se mantiene activa y saludable, a menudo mostrando su rutina de ejercicios en redes, lo cual refleja su continuo compromiso con el bienestar físico. Además, ha declarado que sigue disfrutando del tenis, pero ahora de una manera más relajada y sin las presiones competitivas.

El enfoque de Kournikova en su vida familiar y la manera en que ha manejado su relación con Enrique Iglesias es un ejemplo para muchas figuras públicas que buscan un balance entre la fama y la privacidad. Su historia es una muestra de cómo dos personalidades destacadas pueden construir una vida familiar sólida sin la necesidad de constantes apariciones públicas o declaraciones a la prensa. A lo largo de los años, han demostrado que el amor y la estabilidad pueden florecer fuera de los reflectores, permitiendo a ambos disfrutar de su éxito profesional y de una vida privada equilibrada y armoniosa.