La icónica canción “Cuando Calienta el Sol”, interpretada por Luis Miguel, se ha convertido en un himno del verano latinoamericano desde su lanzamiento a finales de los años 80. Sin embargo, su historia está marcada por controversias y un legado olvidado que pocos conocen. La primera grabación de este tema se realizó en 1961 por el trío cubano Los Hermanos Deigual, pero la verdadera autoría pertenece al músico nicaragüense Rafael Gastón Pérez.

Pérez, un talentoso compositor de humildes orígenes, escribió la canción durante su estancia en la hermosa playa de Masachapa, Nicaragua. A pesar de sus limitaciones económicas, su pasión por la música lo llevó a triunfar en diversos países de América Latina. Sin embargo, el destino le jugó una mala pasada. Durante una noche de excesos, vendió la canción a los hermanos Deigual por una suma irrisoria de diez dólares, una transacción que se realizó bajo circunstancias cuestionables, pues el compositor estaba ebrio.

A pesar de la legalidad del acuerdo, muchos sostienen que los hermanos Deigual se aprovecharon de la situación, robándole el crédito que merecía. La controversia no termina aquí: el éxito de “Cuando Calienta el Sol” trascendió fronteras, siendo interpretada por artistas de renombre, incluso en Italia, donde se le dio nueva vida en versiones en italiano.

Lamentablemente, Rafael Gastón Pérez falleció un año después de que su creación alcanzara la fama, sin poder disfrutar del reconocimiento que merecía. Hoy, la canción sigue resonando en la playa de Masachapa, interpretada por músicos locales, un recordatorio de que detrás de cada éxito hay historias de lucha y olvido.