Natanael Cano, el renombrado exponente de los corridos tumbados, ofreció el concierto que él mismo calificó como el “más importante de su vida” en el Estadio GNP, conocido anteriormente como Foro Sol. El evento, celebrado este viernes, reunió a 65 mil espectadores para una noche llena de música, celebridades e invitados especiales.

El artista, rodeado de una caravana de vehículos y custodiado por un equipo de seguridad, llegó al estadio en medio de gran expectación. Al llegar al backstage, Cano se preparó para lo que prometió sería una noche inolvidable, iniciando con un emotivo mensaje a través del audio del estadio: “El concierto más importante de mi vida, te lo puedo asegurar después de 6,7 años de cantar, lo vamos a disfrutar, vamos a dar todo.”

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A pesar de su reciente vinculación a proceso por el delito de cohecho, Natanael Cano se presentó en el escenario con una energía contagiosa, luciendo un atuendo deportivo de los años 80, con gorra de béisbol y cadenas de oro. La primera parte del show incluyó éxitos como “El F” y “Selfies”, y rápidamente encendió la multitud con el grito eufórico de “Eaaaa.”

La escenografía del espectáculo emuló un desierto, con cactus y un sol ardiente proyectado en el escenario. A lo largo del concierto, Cano mostró una notable mejoría física en comparación con su presentación en el Festival Arre del año pasado, donde se vio acompañado de guardaespaldas y un tanque de oxígeno. Esta vez, el artista corrió por el escenario con vigor y sin restricciones.

Natanael Cano también ofreció una serie de covers y temas populares, incluyendo “Codeína” y “Mi nuevo yo”. En un momento destacado de la noche, dedicó una sección del show a rendir tributo a Ariel Camacho y a otras canciones rancheras, así como a “O me voy o te vas” de Marco Antonio Solís. La fiesta continuó con el clásico narcocorrido “Ch y la pizza”, que desató una ola de entusiasmo y celebración entre los asistentes.

Uno de los momentos más esperados del concierto fue la aparición de los invitados especiales. Belinda se unió a Natanael en el escenario para interpretar su colaboración “300 noches”, un momento que Cano describió como “encantador” y que celebró con entusiasmo.

El show también incluyó interacciones dinámicas con el público, con Natanael repartiendo tragos de tequila y aceptando regalos lanzados desde las gradas. A pesar de la intensidad del espectáculo, el cantante se mostró relajado y conectado con sus fans, coreando y bailando al ritmo de la música.

Con un despliegue de energía, pasión y una fiesta vibrante, Natanael Cano demostró por qué su presentación en el Estadio GNP será recordada como una de las más significativas en su carrera, marcando un hito en su trayectoria artística.